Cada vez es mayor el número de empresas que se decantan por la telefonía IP, a través de Internet. Será
materia de otro texto analizar las numerosas ventajas de la telefonía por Internet, pero por el momento
nos centraremos en la centralita, el “cerebro” de tus telecomunicaciones.
Una breve definición
Una centralita telefónica es justamente eso: el sistema que permite la gestión de las comunicaciones
telefónicas de tu empresa. Esencialmente, organiza las llamadas entrantes y salientes siguiendo los
parámetros que le programemos. No obstante, ¿cuál es la diferencia entre una centralita física y una
virtual?
- Centralita IP: Es un conjunto de hardware y software que nos permite establecer
comunicaciones telefónicas utilizando la red de Internet. Necesitamos un hardware y un
software, y contratar los servicios de un operador VoIP. Un técnico especializado se encarga de
la instalación y la configuración de la centralita, que requiere de un mantenimiento y tiene una
vida útil determinada, como todo dispositivo físico.
- Centralita virtual o en la nube: En este caso no hay un dispositivo físico en las instalaciones de
la empresa, y no hay inversión inicial, sino una cuota mensual variable en función de las
extensiones (usuarios y líneas telefónicas) y los servicios que se contraten. La instalación y
configuración corre a cargo del operador que ofrece el servicio VoIP.
Las diferencias esenciales
Para muchas empresas, la diferencia fundamental está en los costes. Pero hay muchas más:
- Escalabilidad: Las centralitas físicas tienen una capacidad de líneas y extensiones determinada
por las licencias compradas, mientras que la centralita virtual te permite incrementar y reducir
el número de usuarios siempre que lo necesites, y de manera inmediata y ágil.
- Múltiple localización: Si la empresa tiene varias sedes, la opción será comprar varias centralitas
IP, una para cada sede, mientras que con una centralita virtual tendrán toda la telefonía
unificada y simplificada.
- Seguridad: Las empresas proveedoras de servicios de telefonía en la nube cuentan con medidas
de seguridad muy avanzadas; igualmente, los teléfonos IP son difícilmente accesibles por
terceros desde Internet.
- Obsolescencia: Como ocurre con todo el hardware, las centralitas IP se modernizan y quedan
obsoletas con relativa rapidez. Sin embargo, las centralitas en la nube están siempre
actualizadas y van evolucionando al mismo ritmo que lo hace la tecnología.
- Proveedor y factura única: Una centralita virtual aúna todos los servicios en un mismo
proveedor, incluyendo el mantenimiento y soporte técnico, y recibes una sola factura al mes,
obteniendo una solución integral, mientras que una centralita física (o centralita IP) obliga a
contratar después un acceso a Internet, un servicio de telefonía IP, y un servicio de
mantenimiento de la infraestructura.
- Extensiones móviles: Las centralitas en la nube integran telefonía fija y móvil, que funcionará
como una extensión más de la centralita; una integración que no es posible con centralitas IP.